Marginación, acoso y represión, con el desastre ecológico
Desde 16 estados, 420 delegados se reúnen hasta el día de hoy en busca de acciones efectivas para revertir el daño al medio ambiente, a sus comunidades y a las de sus vecinos, y para combatir la mala respuesta y hasta el acoso de las autoridades.
Un espacio en el quicio de la zona metropolitana de Guadalajara se vistió de fiesta. Algunos la bautizaron como la fiesta de la resistencia. En El Salto, los habitantes acostumbrados a percibir olores insufribles, a ver nacer granos extraños en la piel y a padecer periódicamente enfermedades respiratorias se alistaron para convertir su pueblo en la sede de la IV Asamblea Nacional de Afectados Ambientales.
A pesar del ambiente festivo, la náusea distintiva de El Salto no desapareció en ningún momento. El olor a huevo podrido iba y venía pero, ayer, los asistentes decidieron ignorarlo de excelente manera. Parecía más fuerte la convicción de aquello que les reunió: la lucha por revertir los efectos nocivos que el ser humano ha causado en la naturaleza y con los que conviven todos los días, por todo el país. La lucha, dijeron, por recuperar la tierra, la cara buena de la tierra.
Los 420 delegados arribaron a la asamblea desde varias localidades de 16 estados del país. “En México, el capitalismo neoliberal tiene como una de sus expresiones el despojo, la contaminación, el deterioro de la tierra, bosques, ríos”, planteó allí Verónica Meza, representante de la organización jalisciense Un Salto de Vida, precisamente del municipio anfitrión. “Esto está alcanzando dimensiones que no sólo repercuten en la marginación, exclusión, explotación y desprecio de los pueblos, comunidades indígenas y campesinas, sino también de los habitantes de las ciudades, donde amplias zonas están siendo deforestadas, contaminadas sus aguas y aires y destruida toda relación comunitaria”.
“En Cholula, en nuestra comunidad, Santa María Tezcolima, hay un manto acuífero que se ha secado con la extracción de diez pozos instalados que funcionan día y noche, del agua que cae de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Ahí teníamos un manantial de agua cristalina, pero con la extracción de los pozos, de esa agua que se va para Puebla, secaron el manantial. Ese manantial era el que nos daba vida a nuestra comunidad”, denunció Juan Linares Mina, perteneciente al Frente en Defensa de la Tierra y el Agua.
Casos de contaminación como la de El Salto se multiplican. Ayer se denunciaron historias de contaminación sistemática de ríos. De Estado de México llegaron delegados que denuncian el envenenamiento de las aguas. También los tiraderos de basura urbana y tóxica en Morelos. Y una larga lista de contaminación ambiental extendida en México.
Además, una constante en las declaraciones de los delegados son persecución, acoso, vejaciones y, en algunos casos, tortura por parte de las autoridades locales contra integrantes ya no de organizaciones ambientalistas, sino de las comunidades que denuncian daños a los ecosistemas que habitan.
Míriam Vargas, de San Bernardino de Tlaxcalanzingo, y perteneciente al Frente en Defensa del Agua y de la Tierra del Pueblo de Tlaxcala, relató que fue hace 18 años cuando la comunidad se comenzó a organizar contra las presiones de las autoridades y empresarios para que vendieran sus tierras; dos dirigentes fueron asesinados.
Los testimonios de acoso de autoridades locales se repitieron ayer. Zoé Ochoa, del Comité de Defensa de los Derechos de los Pueblos de Oaxaca, resumió: “Varias comunidades que están defendiendo tierras y luchando en contra de la contaminación padecen la represión y las amenazas de cárcel de parte de los gobiernos”.
Ésta es el cuarto año en que se reúnen los activistas ambientales. Dicen que esperan que esta reunión sirva para pasar a otra fase de acción. “Es la idea que tenemos. Las reuniones han servido para que conozcamos que nuestra situación no es única, sino que se multiplica. Para saber que hay muchos casos igual o mucho peores a lo que tenemos en El Salto. Pero ya va siendo hora de que nos pongamos de acuerdo para ver cómo vamos a resistir en conjunto”, dijo Enrique Enciso.
Si todo resulta según lo planeado, hoy se determinarán las primeras acciones a efectuar no sólo en El Salto, Cholula, Oaxaca o San Bernardino de Tlaxcalanzingo, sino en todo el país, pues cada municipio de la nación, aseguraron ayer, tiene al menos una historia que contar.
Denuncian intento de engaño en Temacapulín
El delegado municipal de la población de Temacapulín, municipio de Cañadas de Obregón, Clemente Torres, afirmó que las autoridades intentaron engañar a los vecinos, pues los convocaron a responder una encuesta destinada a que se aprobara el Plan de Desarrollo Urbano, pero en el paquete iban incluidos otros papeles donde se informa que en el “Nuevo Centro de Población” habrá una clínica, un área deportiva, un mercado municipal y una iglesia.
Temacapulín, igual que las poblaciones de Acasico y Palmarejo, será inundado con las obras de la presa El Zapotillo, promovida por el gobierno de Jalisco, y los habitantes de las tres comunidades han presentado desde hace meses resistencia al proyecto e inconformidad ante las ofertas de las autoridades estatales para que se muden de pueblo.
Los habitantes de Temaca consideran que las autoridades pensaban utilizar la aprobación del documento para presentarlo como el sí una reubicación. De ahí el enojo que provocó el paquete: “No lo he repartido porque primero hay que entregárselo al comité que tenemos para defender el pueblo… si el pueblo dice no y no quiere el Nuevo Centro de Población, es lo que deben entender. Entonces, no nos vamos a salir”, afirmó Clemente Torres.
El sábado 6 de junio se realizará una reunión en la plaza municipal donde se pide la presencia del alcalde de Cañadas para que ofrezca una explicación acerca de lo que los pobladores de Temacapulín consideran un engaño.
Tizayuca Otumba y San Juan Teacalco, Estado de México
Malformaciones, el día a día de los vecinos de un cementerio nuclear
Desde 16 estados, 420 delegados se reúnen hasta el día de hoy en busca de acciones efectivas para revertir el daño al medio ambiente, a sus comunidades y a las de sus vecinos, y para combatir la mala respuesta y hasta el acoso de las autoridades.
Un espacio en el quicio de la zona metropolitana de Guadalajara se vistió de fiesta. Algunos la bautizaron como la fiesta de la resistencia. En El Salto, los habitantes acostumbrados a percibir olores insufribles, a ver nacer granos extraños en la piel y a padecer periódicamente enfermedades respiratorias se alistaron para convertir su pueblo en la sede de la IV Asamblea Nacional de Afectados Ambientales.
A pesar del ambiente festivo, la náusea distintiva de El Salto no desapareció en ningún momento. El olor a huevo podrido iba y venía pero, ayer, los asistentes decidieron ignorarlo de excelente manera. Parecía más fuerte la convicción de aquello que les reunió: la lucha por revertir los efectos nocivos que el ser humano ha causado en la naturaleza y con los que conviven todos los días, por todo el país. La lucha, dijeron, por recuperar la tierra, la cara buena de la tierra.
Los 420 delegados arribaron a la asamblea desde varias localidades de 16 estados del país. “En México, el capitalismo neoliberal tiene como una de sus expresiones el despojo, la contaminación, el deterioro de la tierra, bosques, ríos”, planteó allí Verónica Meza, representante de la organización jalisciense Un Salto de Vida, precisamente del municipio anfitrión. “Esto está alcanzando dimensiones que no sólo repercuten en la marginación, exclusión, explotación y desprecio de los pueblos, comunidades indígenas y campesinas, sino también de los habitantes de las ciudades, donde amplias zonas están siendo deforestadas, contaminadas sus aguas y aires y destruida toda relación comunitaria”.
“En Cholula, en nuestra comunidad, Santa María Tezcolima, hay un manto acuífero que se ha secado con la extracción de diez pozos instalados que funcionan día y noche, del agua que cae de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Ahí teníamos un manantial de agua cristalina, pero con la extracción de los pozos, de esa agua que se va para Puebla, secaron el manantial. Ese manantial era el que nos daba vida a nuestra comunidad”, denunció Juan Linares Mina, perteneciente al Frente en Defensa de la Tierra y el Agua.
Casos de contaminación como la de El Salto se multiplican. Ayer se denunciaron historias de contaminación sistemática de ríos. De Estado de México llegaron delegados que denuncian el envenenamiento de las aguas. También los tiraderos de basura urbana y tóxica en Morelos. Y una larga lista de contaminación ambiental extendida en México.
Además, una constante en las declaraciones de los delegados son persecución, acoso, vejaciones y, en algunos casos, tortura por parte de las autoridades locales contra integrantes ya no de organizaciones ambientalistas, sino de las comunidades que denuncian daños a los ecosistemas que habitan.
Míriam Vargas, de San Bernardino de Tlaxcalanzingo, y perteneciente al Frente en Defensa del Agua y de la Tierra del Pueblo de Tlaxcala, relató que fue hace 18 años cuando la comunidad se comenzó a organizar contra las presiones de las autoridades y empresarios para que vendieran sus tierras; dos dirigentes fueron asesinados.
Los testimonios de acoso de autoridades locales se repitieron ayer. Zoé Ochoa, del Comité de Defensa de los Derechos de los Pueblos de Oaxaca, resumió: “Varias comunidades que están defendiendo tierras y luchando en contra de la contaminación padecen la represión y las amenazas de cárcel de parte de los gobiernos”.
Ésta es el cuarto año en que se reúnen los activistas ambientales. Dicen que esperan que esta reunión sirva para pasar a otra fase de acción. “Es la idea que tenemos. Las reuniones han servido para que conozcamos que nuestra situación no es única, sino que se multiplica. Para saber que hay muchos casos igual o mucho peores a lo que tenemos en El Salto. Pero ya va siendo hora de que nos pongamos de acuerdo para ver cómo vamos a resistir en conjunto”, dijo Enrique Enciso.
Si todo resulta según lo planeado, hoy se determinarán las primeras acciones a efectuar no sólo en El Salto, Cholula, Oaxaca o San Bernardino de Tlaxcalanzingo, sino en todo el país, pues cada municipio de la nación, aseguraron ayer, tiene al menos una historia que contar.
Denuncian intento de engaño en Temacapulín
El delegado municipal de la población de Temacapulín, municipio de Cañadas de Obregón, Clemente Torres, afirmó que las autoridades intentaron engañar a los vecinos, pues los convocaron a responder una encuesta destinada a que se aprobara el Plan de Desarrollo Urbano, pero en el paquete iban incluidos otros papeles donde se informa que en el “Nuevo Centro de Población” habrá una clínica, un área deportiva, un mercado municipal y una iglesia.
Temacapulín, igual que las poblaciones de Acasico y Palmarejo, será inundado con las obras de la presa El Zapotillo, promovida por el gobierno de Jalisco, y los habitantes de las tres comunidades han presentado desde hace meses resistencia al proyecto e inconformidad ante las ofertas de las autoridades estatales para que se muden de pueblo.
Los habitantes de Temaca consideran que las autoridades pensaban utilizar la aprobación del documento para presentarlo como el sí una reubicación. De ahí el enojo que provocó el paquete: “No lo he repartido porque primero hay que entregárselo al comité que tenemos para defender el pueblo… si el pueblo dice no y no quiere el Nuevo Centro de Población, es lo que deben entender. Entonces, no nos vamos a salir”, afirmó Clemente Torres.
El sábado 6 de junio se realizará una reunión en la plaza municipal donde se pide la presencia del alcalde de Cañadas para que ofrezca una explicación acerca de lo que los pobladores de Temacapulín consideran un engaño.
Tizayuca Otumba y San Juan Teacalco, Estado de México
Malformaciones, el día a día de los vecinos de un cementerio nuclear
En Tizayuca Otumba, comunidad de Santa María de Matisco, y San Juan Teacalco, en Estado de México, los pobladores dicen que las malformaciones, el enanismo, las muertes neonatales y la hidrocefalia son lo más común que existe. Los atribuyen a la convivencia con un “cementerio nuclear” donde se depositan desechos radioactivos de bajo nivel que se generan en todo el país.
En 1992, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) detectó en la zona 98 toneladas de varilla contaminada con cobalto 60, además de agrietamientos en la roca basáltica, que podían contaminar los acuíferos. Según el activista Juan Antonio Medina Austria (foto), del Frente del Pueblo en Defensa del Agua y la Tierra de Temazcalapa, el acuífero Cuautitlán-Pachuca pasa por el cementerio, donde confluyen 34 municipios de Estado de México y trece de Hidalgo.
Pero, para las autoridades, los males se deben a la miseria de los vecinos y a que son frecuentes las relaciones sexuales entre familiares. “Sí, se aventaron la puntada de decir que ésa era la razón de las malformaciones”, recuerda Medina Austria.
El activista informa que la Cámara de Diputados, en abril de 1999, había dictado que los residuos debían ser trasladados a nueve fosas en La Piedrera, Ciudad Juárez, Chihuahua. El cementerio sigue en su sitio.
Las denuncias de acoso por parte de las autoridades son una constante. “El ex presidente municipal de Temazcalapa, José Austria, me dijo que tuviera cuidado, porque escuchó decir a Joaquín Islas [actual alcalde] que 'Te iba a pegar donde más te doliera si seguías haciendo ruido'”, cuenta Medina. Unos días después, el 21 de mayo de 2008, su hijo, antropólogo por la Universidad de Hidalgo, apareció muerto. “Dijeron que fue suicidio, pero nunca me dejaron ver el cuerpo. Mi hijo nos ayudó a elaborar un documento que derivó en una sanción administrativa, ante la Contraloría del Poder Legislativo, contra Joaquín Islas”. (ID)
La Gloria, municipio de Perote, Veracruz
A cinco kilómetros de Granjas Carroll, la fetidez tóxica todavía se siente
Los vecinos de la comunidad La Gloria, en el municipio de Perote, Veracruz, responsabilizan a la empresa Granjas Carroll de México como responsable de diversos brotes de enfermedades. Las comunidades habitadas de La Gloria están a cinco kilómetros de la empresa, pero, pese a esa distancia, aseguran, los desechos afectan la calidad del aire, con presencia de amoniaco y otras sustancias. Hablan de un fétido olor proveniente de las granjas de cerdos que se respira todo el día en la pequeña comunidad de apenas tres mil habitantes, así como de enjambres de moscas que infestan los hogares. Además, denuncian la ausencia de filtros y fosas de tratamiento biológico, así como la ausencia aparente de geomembranas en las lagunas de tratamiento anaerobio.
Ante la nula reacción de las autoridades, los habitantes han realizado manifestaciones y diversas acciones para llamar la atención. Y esto desembocó en un clima de persecución a los quejosos. María Verónica Hernández Argüello (foto) es uno de los cinco vecinos activistas de La Gloria que enfrentan denuncias penales, como la 10/2007, presentada personal de Granjas Carroll, por ataques a las vías generales de comunicación, por el bloqueo a la carretera federal Achichica-Perote, efectuado por pobladores que protestaron por la expansión indiscriminada de la empresa porcícola.
Para los vecinos, aquella manifestación fue un éxito que evitó que Granjas Carroll siguiera con algunas actividades. Sin embargo, comenzaron a recibir llamadas con amenazas de muerte y hostigamiento.
A pesar del acoso, Hernández asegura que seguirá denunciando las irregularidades: “No tengo palabras para calificar los apoyos que les dan a las industrias porcícolas. En las comunidades que hemos levantado la voz, sólo hemos recibido castigo”. Granjas Carroll opera en México en sociedad con la estadunidense Smithfield Foods y tiene 16 granjas en Veracruz y Puebla.
Guadalajara/ Ignacio Dávalos
Ante la nula reacción de las autoridades, los habitantes han realizado manifestaciones y diversas acciones para llamar la atención. Y esto desembocó en un clima de persecución a los quejosos. María Verónica Hernández Argüello (foto) es uno de los cinco vecinos activistas de La Gloria que enfrentan denuncias penales, como la 10/2007, presentada personal de Granjas Carroll, por ataques a las vías generales de comunicación, por el bloqueo a la carretera federal Achichica-Perote, efectuado por pobladores que protestaron por la expansión indiscriminada de la empresa porcícola.
Para los vecinos, aquella manifestación fue un éxito que evitó que Granjas Carroll siguiera con algunas actividades. Sin embargo, comenzaron a recibir llamadas con amenazas de muerte y hostigamiento.
A pesar del acoso, Hernández asegura que seguirá denunciando las irregularidades: “No tengo palabras para calificar los apoyos que les dan a las industrias porcícolas. En las comunidades que hemos levantado la voz, sólo hemos recibido castigo”. Granjas Carroll opera en México en sociedad con la estadunidense Smithfield Foods y tiene 16 granjas en Veracruz y Puebla.
Guadalajara/ Ignacio Dávalos
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